martes, 1 de junio de 2010

America, Reforma de Lutero y Cisneros

Hace quinientos años, en 1503, Cristóbal Colón estaba en el Mar Caribe durante su cuarto viaje, durante el cual Colón descubrió las costas atlánticas de los países centroamericanos de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Para esa fecha algunos pocos en Europa ya estaban comenzando a darse cuenta de que había sido descubierto un nuevo continente. En el año 1500, el cartógrafo español, Juan de la Cosa, publicó el primer mapamundi que incluía las nuevas costas e islas descubiertas a partir de 1492.

En 1507, el cosmógrafo alemán, Waldseemüller, después de leer los relatos de Américo Vespucio, le daría por Primera vez el nombre de "América" al Nuevo Mundo. En esos primeros años del siglo XVI.

A la par de estos acontecimientos, Martín Lutero creó sus tesis e inició la Reforma protestante.
El ingreso de Lutero a una universidad, también indicaba que algo nuevo estaba sucediendo en el mundo del aprendizaje: estaban aumentando las oportunidades para el estudio y para la educación.

Sin embargo, estaba creciendo el número de personas que tomaban la religión cristiana en serio. En España, el Arzobispo de Toledo, Cisneros(1437-1517), era franciscano y estaba tratando de reformar los monasterios y conventos de su país. Cisneros también fundaría, en 1508, la Universidad de Alcalá para preparar mejor al clero español. Inspirados por las reformas de Cisneros, algunos frailes españoles se fueron al Nuevo Mundo para evangelizar a los indios.

Universidad de Alcalá.

La Universidad Cisneriana es la más vasta, valiosa y representativa obra arquitectónica de la ciudad, sede del Rectorado de la moderna institución universitaria complutense. Su fundación, en 1499, por el cardenal Gonzalo Jiménez de Cisneros convirtió a Alcalá de Henares en uno de los centros universitarios más importantes de Europa, particularmente, por sus estudios de Teología.

A su amparo se construyeron más de cuarenta colegios menores, se fundaron numerosos conventos, se edificaron hospitales, se trazaron y urbanizaron nuevas calles y hasta se erigió una cárcel para estudiantes, símbolo del poder jurisdiccional de la Universidad.

Es una fachada de proporciones gigantescas, compuesta por tres cuerpos superpuestos, y tres calles verticales, siendo la central de ellas la ocupada por los elementos más útiles y significativos, tanto para el uso del edificio (puerta y ventana principal) como para expresar el simbolismo del conjunto. A los lados de esta fachada aparecen sendas alas de dos cuerpos, más bajos que el central.

martes, 25 de mayo de 2010

Misiones jesuiticas


Al ser expulsados los jesuitas por orden del rey Carlos III mediante la Pragmática Sanción del 27 de febrero de 1767, franciscanos, dominicos y mercedarios tomaron a su cargo los pueblos misioneros, constituyéndose la Gobernación de las Misiones Guaraníes.

Los curas tenían el gobierno de las reducciones, siendo verdaderos administradores de los bienes de los pobladores, con facultades de intervención directa no sólo en las actividades espirituales, sino también temporal, económica, cultural, social y militar.

En el orden estrictamente espiritual, los misioneros se preocuparon especialmente de la enseñanza del catecismo. Los jóvenes que habían superado la edad escolar y se encontraban trabajando en cualquier actividad, por las tardes, al escuchar el sonido de la campana, debían dirigirse a la iglesia. El acto religioso más importante era la misa, al que los fieles concurrían acompañados de toda la familia, particularmente los días preceptuados.

Las iglesias fueron el corazón de los pueblos. Eran construcciones imponentes frente a la plaza. Todas las calles del trazado urbano terminaban en ella.

En cada reducción había dos sacerdotes (en las más pobladas había tres), uno a cargo de lo espiritual y religioso (el cura del pueblo) y otro (el Compañero) que estaba a cargo de las cosas temporales como el trabajo y la instrucción.

Los reyes de España, como parte del proceso de evangelización, ordenaron que "hubiese escuelas de doctrina y de leer y escribir en todos los lugares de indios". Este decreto real, al que se le prestó por lo general en América un acatamiento sólo nominal, fue cumplido con rigor por los misioneros jesuitas, dedicándole la atención necesaria que permitió fundaciones de escuelas y centros de formación de distintos niveles.

En todas las reducciones funcionaron escuelas de primera enseñanza, donde los varones de seis a doce años aprendían a leer, escribir y hacer operaciones matemáticas elementales. Las niñas de la misma edad tenían escuelas separadas donde aprendían a leer, escribir, hilar y cocinar.

Se publicaron libros en guaraní sobre gramática, catecismo, manuales de oraciones y hasta un diccionario. La música y el canto ocuparon un lugar destacado en el proceso de aprendizaje. Cada pueblo contó con un coro y orquesta musical. Desde la misma escuela se promovió la participación de los niños y los jóvenes, mientras que los adultos se organizaron, en la mayoría de los casos, desde la iglesia.

Los guaraníes, además, le dedicaron tiempo y esfuerzo a la danza. Los danzarines ensayaban desde los 6 años, incorporando incluso melodramas los días domingos y feriados. En las festividades las principales diversiones justamente consistían en representaciones, música, canto y danza.

Misiones Jesuíticas -- > Ubicación



Misiones Jesuíticas de los Guaraníes : San Ignacio Mini, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María Mayor (Argentina), ruinas de Sao Miguel das Missoes (Brasil).

Las Misiones Jesuíticas de los Guaraníes se ubican en varias localidades de la provincia de Misiones en el noreste de Argentina y en el Estado de Río Grande do Sul de Brasil.

En realidad eran 30 asentamientos otorgados por la corona española ubicados 15 en Argentina, 7 en Brasil y 8 en Paraguay (Declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994).

Estas Misiones fueron construidas en el siglo XVII, por jesuitas españoles con el objetivo de evangelizar a los aborígenes y para desarrollar las comunidades indígenas en las actividades agrícolas y en el trabajo artesanal. El estilo combinaba el barroco colonial con aportes de la cultura guaraní.

Hay dos grupos de Misiones: uno en Argentina, en Santa Ana, Loreto y San Ignacio Miní. En estas Misiones se ubicó la primera imprenta de Argentina, allí se editaron los primeros libros del actual territorio argentino. Incluso se imprimieron libros en la lengua guaraní.

San Ignacio Miní posee las ruinas mejor conservadas de las misiones, en las cercanías de la localidad de San Ignacio (en Misiones, Argentina). Esta Misión fue construida en 1632, junto con la misión de Ignacio Guazú. Constituía un verdadero pueblo, con talleres, Iglesia, cocinas, viviendas, etc.

El otro grupo está formado por los asentamientos en Brasil: en Santo Ángelo y San Miguel de las Misiones.

En San Miguel de las Misiones se ha instalado un Museo de las Misiones, realizado por el urbanista de Brasilia: Lucio Costa.


Misiones guaraníes


Las misiones jesuíticas guaraníes, también reducciones jesuitas guaraníes, fueron los pueblos misionales fundados por la Compañía de Jesús entre los guaraníes y pueblos afines, que tenían como fin evangelizar a los nativos de la actual provincia argentina de Misiones, el norte de Corrientes e importantes territorios actualmente en el Paraguay y sur del Brasil.

jueves, 20 de mayo de 2010